Qué ver en Moaña: arte, rutas, playas gastronomía y mucho más
Existe mucho que ver en Moaña. Esta preciosa localidad se sitúa al norte de la Ría de Vigo, junto a otros municipios enclavados geográficamente en la Península do Morrazo. En ocasiones puede verse eclipsada en las guías de viaje por otras poblaciones como las Islas Cíes, Cangas de Morrazo o la propia ciudad de Vigo.
Sin embargo, Moaña está considerada como uno de los lugares más atractivos para el turismo de Galicia. Se caracteriza por poseer un importante patrimonio cultural, hermosas playas y una amplia oferta de ocio.
Si deseas conocer todos los secretos por descubrir en este pequeño rincón de las Rías Baixas, te presentamos a continuación un breve resumen de todo lo que hay que ver en Moaña.
- Qué ver en Moaña: arte, rutas, playas gastronomía y mucho más
- ¿Qué ver en Moaña? Huellas de una historia milenaria
- El Dolmen
- Moaña en la Edad Media y en la Edad Moderna
- El oro de Rande
- Moaña en la actualidad: el mar como eje
- El sector turístico
- Las mejores playas que ver en Moaña
- De todos los tamaños
- Cómo ver todo lo que hay que ver en Moaña
- Moaña es una fiesta
- La huella literaria de Domingo Villar, nuevo aliciente para visitar Moaña
- Descúbrela: Hay mucho que ver en Moaña
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- ¿Tienes alguna duda?
¿Qué ver en Moaña? Huellas de una historia milenaria
Al igual que el resto de la Comarca do Morrazo, Moaña ha sido un importante lugar de tránsito y asentamiento humano durante la historia. La huella de la actividad de estas antiguas civilizaciones deja como legado un buen número de lugares de gran interés.
A lo largo y ancho de las diferentes parroquias que hay que ver en Moaña encontramos numerosos vestigios de lo que la historia de la comarca ha sido. Son significativos los petroglifos en Montealegre, a Borna, As Cidades, Pozo Garrido, A Escada y Os Remedios. Estos grabados en piedra están presentes en muchas de las rutas de senderismo que Moaña plantea al viajero.
Particularmente interesante es la Ruta de Senderismo del Río Fraga – Monte Faro, que acompaña el cauce de dicho río. El recorrido, de unos seis kilómetros, acaba en el célebre Dolmen da Chan da Arquiña y la Torre de Meira.
El Dolmen
El dolmen, también llamado mámoa o medoña, es un monumento funerario levantado hace más de cinco mil años. Este megalito es uno de los hitos más emblemáticos que ver en Pontevedra, presumiendo de un estado de conservación excepcional. Consta de una cámara poligonal formada por 11 piedras verticales y un acceso limitado también por rocas, en una arboleda especialmente vistosa en los meses de otoño.
Durante su excavación se encontró, además, un ajuar compuesto de herramientas y útiles de piedra y fragmentos de cerámica.
Ascendiendo un poco más por esta ruta se llega al punto más alto de la Sierra do Morrazo, el Monte Faro de Domaio, con 624 m de altitud. Desde allí pueden apreciarse algunas de las mejores vistas de la ría y las Islas Cíes.
También podremos seguir el rastro de la cultura castreña y la romanización de la región.
Hay una generosa cantidad de estos restos arqueológicos en Moaña, como O Castro, en la parroquia de San Martiño y los Castros de Montealegre en la parroquia de Domaio. Ruinas que se remontan desde la Edad del Bronce hasta nuestra era actual, en la que numerosas y diferentes culturas y pueblos establecieron sus poblaciones a lo largo de la historia en lo que hoy conocemos como el término municipal de Moaña.
Moaña en la Edad Media y en la Edad Moderna
El municipio de Moaña está situado en la Península do Morrazo, que separa la Ría de Vigo de la de Ría de Pontevedra.
Esta particular situación en el mapa tiene mucho que ver en Moaña con su historia y los cambios de configuración territorial variando constantemente hasta la segunda mitad del siglo XX.
Moaña estuvo durante muchos siglos subordinada a otras parroquias y concellos. En la Edad Media estuvo bajo la jurisdicción de Iria Flavia y Santiago de Compostela. Fue una etapa especialmente convulsa, con continuos ataques normandos que provocaban radicales pérdidas de población en toda la península.
A partir de la baja Edad Media se refuerzan las defensas en la costa y se favorece así una pequeña explosión demográfica que coincide con la construcción de simbólicos templos cristianos, como la Iglesia de San Martiño, del siglo XII, con su característica planta de cruz latina, o la de San Xoán de Tirán, de la primera mitad del siglo XIII, dos de los ejemplos de arquitectura románica más importantes de la zona, así como la posterior Iglesia de Santa Eulalia se encuadra en el prototipo barroco.
El oro de Rande
Los grandes propietarios en la Alta y Baja Edad Media eran familias nobles cuyo poder se extendió hasta bien entrada la Edad Moderna. Tras el descubrimiento de América, toda la comarca y sus puertos toman especial relevancia en el transporte de oro y otras riquezas del Nuevo Mundo a manos de los conquistadores y comerciantes.
En el siglo XVII se introduce el cultivo de maíz en la región, pasando casi toda la tierra de labranza a producir este cereal y salpicando el paisaje de los típicos molinos de agua que podemos observar aún a día de hoy, en lugares como en la Cascada de A Poza da Moura.
La Playa de Rande fue testigo en Octubre de 1702 de una importante batalla entre la marina inglesa y holandesa y las tropas francoespañolas en el marco de la Guerra de Sucesión. La también conocida como Batalla de Vigo y sobre la que tanto se ha escrito se saldó con derrota española y la pérdida de gran cantidad de tesoros.
A día de hoy, una de las más divertidas ofertas de inspiración cultural que ver en Moaña son las recreaciones que eventualmente conmemoran la batalla, organizadas entre Moaña y Redondela. Una trabajada escenificación con actores ataviados con ropas de la época y el Puente de Rande de fondo, símbolo de nuestra Edad Contemporánea, quién sabe si custodiando preciados galeones hundidos repletos de oro.
Moaña en la actualidad: el mar como eje
En el siglo XIX, todo lo que tiene que ver en Moaña con las parroquias y su administración experimenta un cambio radical.
Meira, Moaña y Domaio se encontraban bajo el mando de Cangas do Morrazo, pero en 1836 se crea el Ayuntamiento de Meira. Después, en 1874 se cambia la capitalidad. Nace lo que hoy conocemos como el Ayuntamiento de Moaña, al que en 1955 se incorporaría la parroquia de la Virgen del Carmen.
Con la construcción de los diferentes puertos y carreteras, durante el siglo XX Moaña experimenta una explosión económica, girando constantemente en torno al mar. Junto con una pequeña explotación agrícola y ganadera minifundista, la industria principal siempre ha sido la pesca y los derivados de la misma.
Los movimientos sociales han sido una de las señas de identidad de la región durante las últimas décadas a consecuencia del continuo crecimiento de la industria naval y pesquera.
El sector turístico
El sector del turismo se ve muy impulsado en la segunda mitad del siglo XX.
Comienzan a explotarse los recursos en este campo aprovechando el atractivo de toda la zona. Empiezan a construirse complejos turísticos como el de A Fraga, el campo de golf de Domaio y tres puertos deportivos. Se pone especial atención al cuidado de las playas y la bandera azul le es concedida a la Praia do Con y a la de A Xunqueira.
También se potencia la hostelería y el turismo rural. Lo que eran en un inicio casas particulares, algunas abandonadas, se reinventan en casas rurales. Moaña cuenta en la actualidad con decenas de estos alojamientos rurales y su oferta es cada vez más amplia y de mayor calidad.
El Concello de Moaña informa de alojamientos en su página web, entre los que destaca el Hotel Bienestar, de 4 estrellas.
Desde el año 2009 se alza, desafiante, la escultura O Fisgón. Un sentido homenaje al mar y una de las obras más modernas que ver en Moaña. O Fisgón – o Neptuno, popularmente – preside el espigón que se encuentra frente al Paseo Marítimo de Moaña. Toda una muestra de cultura y arte al aire libre que resume la relación de esta localidad con el océano.
Las mejores playas que ver en Moaña
Las playas de Moaña, en Pontevedra, se extienden por todo el litoral sur del municipio.
Desde el Puente de Rande hasta los confines de Cangas do Morrazo se abren un sinfín de playas, estrechas y abiertas en los extremos y amplias en la parte central del pueblo. Bañadas por las aguas de la Ría de Vigo, son playas frescas y las condiciones del mar suelen ser tranquilas.
Las playas más importantes que ver en Moaña son, quizás, la Playa da Xunqueira y Playa de Meira.
Vecinas entre sí, son dos amplios arenales que conforman una playa urbana y que quedan cubiertos cuando la marea es alta. Están ambas rodeadas de árboles y parques, con varios restaurantes cerca de la playa, cuentan con todos los servicios. Sin duda, un buen plan para un día de playa en Moaña.
De todos los tamaños
En todo el litoral se van alternando pequeñas playitas y calas y playas con anchos arenales.
Entre las primeras, podemos encontrarnos con la Playa do Niño Corvo, en Tirán, Playa do Porto, en Domaio. Cerca del puerto deportivo se sitúa la Playa do Muelle. También la pequeña Playa O Con, con bandera azul y totalmente equipada.
En el segundo grupo se hallan playas más extensas como la Playa do Canabal, muy tranquila, la Playa da Borna, con una parte nudista o la Playa de San Bartolomeu, donde suelen encontrarse un gran número de mariscadores.
Cómo ver todo lo que hay que ver en Moaña
La mejor forma de conocer el municipio es animándonos a dar un paseo recorriendo las diferentes rutas de senderismo que discurren por toda la geografía del Morrazo.
A la hora de planear tu viaje, es posible que prefieras pasar más de un día para descubrir todos los secretos de las diferentes parroquias. Y es que, además de aconsejarte ver Moaña de cerca, has de saber que también hay mucho que ver cerca de Moaña.
Los hoteles de Moaña y sus casas rurales ofrecen al viajero todo un abanico de posibilidades de alojamiento para hacer noche en el pueblo y sus alrededores. Además, Moaña forma parte del área metropolitana de Vigo, por lo que las comunicaciones con el centro de la ciudad y el resto de servicios quedan garantizados.
Respecto al turismo gastronómico en Moaña, los restaurantes de Moaña y las poblaciones vecinas nos brindan una oferta que se adapta a todos los bolsillos y satisface a los paladares más exigentes.
Producto fresco y natural de la ría, mariscos, carnes gallegas y los mejores vinos de la zona se dan encuentro en un amplio espectro de locales de restauración.
Moaña es una fiesta
Si quieres visitar la localidad los días que se celebran sus fiestas patronales, no te pierdas las Fiestas de la Virgen del Carmen y las de San Martiño.
Se conmemoran el 16 de Julio y el 11 de Noviembre, respectivamente. Se realizan en honor a la Virgen de los marineros todo tipo de celebraciones tanto religiosas como seglares, incluyendo procesiones marítimas.
Además de las fiestas del Carmen y San Martiño, en Moaña celebran las diferentes fiestas de cada parroquia.
Cabe destacar la Romería de San Lorenzo y Santa Bárbara, del 10 al 12 de Agosto en la parroquia de Domaio. También el particular carnaval gallego, O Entroido, que se celebra siempre una semana después del tradicional. En él, los viajeros se verán sorprendidos formando parte de un festival desbordante de alegría, música y vida.
Para conservar las fiestas y no perder el contacto con las tradiciones de estas tierras, las asociaciones culturales juegan un papel muy relevante. Con una enorme dedicación, generalmente altruista, estas asociaciones culturales protegen la cultura gallega. El notorio Festival Intercéltico, que se celebra desde hace ya más de 35 años, es a día de hoy uno de los festivales de música folk más importantes del mundo.
Por último, si deseas obtener más información sobre todo lo que Moaña tiene para ofrecerte, acércate a la Oficina de Turismo, en la misma plaza del Concello.
La huella literaria de Domingo Villar, nuevo aliciente para visitar Moaña
La (ya para siempre) última novela de Domingo Villar tiene como escenario diferentes enclaves de Moaña. El tristemente desaparecido escritor gallego se inspiró en la villa del Morrazo y situó allí gran parte de la trama de «O Último Barco.
La protagonista de la novela toma «el último barco» de la Línea Regular Moaña-Vigo-Moaña. El barco se llama «Pirata de Cíes», uno de los barcos de la flota de Piratas de Nabia. La protagonista vive en la parroquia de Tirán, situada entre Moaña y Cangas. También protagonista es la Igrexa de San Xoán de Tirán, las playas, el muelle de Moaña, o el «Mirador da Mona».
«A pequena igrexa parroquial de Tirán ocupaba o centro dun adro, unha plataforma sobre o mar de piso empedrado que cerraba un muriño de medio metro de altura.» (Domingo Villa, O Último Barco, Editorial Galaxia).
Descúbrela: Hay mucho que ver en Moaña
Moaña es acogedora y marinera, alegre, llena de historia y presente, de naturaleza y cultura.
Aunque no suela aparecer entre los destinos más solicitados por los turistas, hay mucho que experimentar, mucho que admirar y mucho que ver en Moaña. ¡Aquí te esperamos!