Para el turismo de Galicia es de vital importancia la conservación del paisaje y la biodiversidad que hacen de nuestra tierra un lugar único. Mucho se ha trabajado durante las últimas décadas para otorgar la máxima protección medioambiental a amplias y numerosas zonas de nuestro territorio. Esta labor ha desembocado en la creación de una importante red de parques naturales en Galicia.
La Xunta de Galicia cuenta con seis parques naturales, parques en los que se garantiza la protección de las características biológicas y paisajísticas mediante la preservación de su flora y fauna.
Con sus parques naturales, un parque nacional y otros espacios naturales, Galicia ofrece al viajero una amplia oferta de interés turístico a los que se unen los clásicos destinos destacados: ciudades, rías y playas únicas en España.
¿Te gustaría descubrir todos sus secretos?
- Descubre los 6 Parques Naturales de Galicia
- Parques naturales pioneros en Galicia: Monte Aloia e Islas Cíes
- Parques naturales de Galicia: ríos llenos de vida y dunas móviles
- Ourense y el valor del bosque en los parques naturales gallegos
- Parques naturales de Galicia: la excepción de Lugo
- Geodestinos, la importancia del turismo en Galicia
- Parques naturales en Galicia, un mundo de contrastes
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Parques naturales pioneros en Galicia: Monte Aloia e Islas Cíes
La provincia de Pontevedra incluye dos parques naturales de Galicia que, en inicio, fueron precursores en cuanto al estatus que ostentan en la actualidad y han definido la hoja de ruta para el resto de los espacios protegidos que se hallan en la región.
El Parque natural Monte Aloia alberga el honor, desde 1978, de ser el primer parque en contar con tal reconocimiento en tierras gallegas. Toda su extensión, de unas 750 hectáreas, se encuentra dentro del municipio de Tuy. Situado en lo alto del citado Monte Aloya o Aloia, la singularidad de este parque radica en que la zona fue repoblada hace casi un siglo, pudiendo encontrar a día de hoy restos del bosque autóctono original conviviendo con pinos, cipreses, abetos y algunos árboles exóticos, como los cedros del Líbano.
Todo ello contribuye a formar un delicado ecosistema en el que encuentran refugio especies comunes de anfibios y mamíferos, sometidas a gran presión en las zonas urbanas circundantes, así como una muestra representativa de aves rapaces de montaña. En el Parque natural Monte Aloia también hay que visitar los destacados miradores que proporcionan una panorámica privilegiada sobre el río Miño.
Si el viajero acude a Monte Aloia en Semana Santa, podrá disfrutar de las famosas Festas Patronais de San Telmo en el pueblo de Tui, que empiezan el Sábado Santo y duran hasta el Lunes de San Telmo. Nada mejor que experimentar Galicia en fiestas para empaparse de la cultura de un pueblo.
Las Islas Cíes también abrieron paso a una nueva figura de protección entre los parques naturales de Galicia, formando parte desde 2002 del denominado Parque Nacional das Illas Atlánticas de Galicia junto con el archipiélago de Ons y las islas de Sálvora y Cortegada.
Se trata del único Parque Nacional de toda la Comunidad Autónoma, lo que se traduce en un grado de protección superior al de los parques naturales, en el cuál el espacio institucional y el espacio profesional encargado de su preservación y mantenimiento pasan a depender directamente de Gobierno central. Asimismo, se le reconoce como Parque Nacional marítimo-terrestre, lo que significa que tanto sus islas y costas como las aguas que las rodean gozan del máximo nivel de atención medioambiental.
El Parque Nacional de las Islas Atlánticas es un verdadero paraíso en plenas Rías Baixas, el cual podremos recorrer y admirar sin perder detalle gracias a las rutas de senderismo que circunvalan sus bosques, faros y playas salvajes, garantizando el mínimo impacto en sus espacios naturales.
El parque cuenta con un centro de interpretación de la naturaleza, casetas de información donde se asesora a los visitantes sobre qué visitar, los servicios turísticos y dónde se sitúan las diferentes sendas que hay a disposición del visitante.
Hay mucho que ver en Pontevedra además de los parques de Monte Aloia y de las Illas Atlánticas. La catedral y el centro histórico de Tui, algunas de las mejores playas de Galicia, como la Praia da Lanzada, el mágico enclave de Costa da Vela o la emblemática ciudad de Vigo son paradas obligadas en cualquier visita a la provincia.
Parques naturales de Galicia: ríos llenos de vida y dunas móviles
En los parques naturales de Galicia tienen cabida multitud de ecosistemas muy diversos y distintos entre sí. Un ejemplo de este rico contraste lo encontramos en A Coruña, provincia que puede presumir de dos parques naturales: Fragas do Eume y el Parque natural del complejo dunar de Corrubedo y lagunas de Carregal y Vixán, cada uno de ellos con su propio encanto.
El Parque natural Fragas do Eume es una clara muestra de la explosión de vida que se da en las riberas de los ríos gallegos. A orillas del río Eume se despliegan más de nueve mil hectáreas de bosque virgen, o fragas, donde el roble, el castaño y el abedul pueblan superficies tan tupidas de vegetación que en ocasiones apenas logra pasar la luz. Se crea así el clima húmedo y sombrío tan propio del bosque atlántico, entorno ideal para todo tipo de anfibios, aves predadoras y pequeños mamíferos que establecen sus hábitats entre fuentes y cascadas.
Aunque Fragas do Eume se encuentra situado entre cinco municipios coruñeses (Cabañas, Capela, Monfero, Puentedeume y Puentes de García Rodríguez), apenas quinientas personas residen dentro de los términos del parque. Sin embargo, no siempre la población de la zona ha sido tan escasa, pudiendo encontrar dentro de sus lindes múltiples restos de actividad humana, como antiguos hornos, cruceiros y puentes.
Destacan los monasterios medievales de Monfero y Caaveiro, considerados monumentos histórico-artísticos y, en la actualidad, sometidos a un constante trabajo de restauración llevado a cabo por la Xunta de Galicia.
Galicia posee algunos de los conjuntos de dunas más espectaculares de toda la península. La mejor prueba de uno de estos peculiares ecosistemas la encontramos en el Parque Natural del complexo dunar do Corrubedo e lagoas de Carregal e Vixán.
Con una extensión de aproximadamente 1.000 hectáreas, el parque comprende distintos espacios naturales: el impresionante complejo dunar, las playas de Corrubedo y la laguna de Vixán (de agua dulce) y la de Carregal (de agua salada). En este entorno nos encontramos con una enorme biodiversidad, característica de los lugares de confluencia de aguas terrestres y marinas. Aquí habitan el 70% de las especies de reptiles y anfibios presentes en nuestra región. Destaca también el gran número de ejemplares de aves marinas y migratorias que viven o descansan entre sus humedales.
Aunque, sin duda, el punto de mayor interés turístico, gracias al cual el Parque natural de Corrubedo es el más visitado de Galicia, es su excepcional duna móvil.
Tanto por sus dimensiones, un kilómetro de longitud y veinte metros de altura, como por la belleza de su arena, la duna móvil de Corrubedo es uno de los monumentos naturales más recomendables de Galicia y un enclave tan emblemático como la Torre de Hércules para toda A Coruña.
Además de los parques naturales, en esta provincia se encuentran multitud de Lugares de Importancia Comunitaria (LIC) de la red Natura 2000, bajo el amparo de la Comunidad Europea, así como distintos puntos reconocidos como Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA).
Destinos donde el máximo respeto a la naturaleza es requisito indispensable para poder disfrutar de maravillas como la interminable playa de la Carnota, el Monte do Pindo, hogar de leyendas y antiguos ritos celtas, la mítica Costa da Morte, auténtico final del Camino de Santiago para gran parte de los peregrinos que extienden su ruta más allá de Santiago de Compostela, o el cabo de Estaca de Bares que, separando la Ría de Ortigueira de la Ría do Barqueiro, constituye el punto más septentrional del país.
Ourense y el valor del bosque en los parques naturales gallegos
Los bosques de Galicia, plagados de historia y leyendas, se encuentran representados en Ourense por nada menos que tres parques naturales, además de otros espacios naturales protegidos y reservas de la biosfera.
El parque natural O Invernadeiro, situado en pleno macizo central orensano, se caracteriza por sus cumbres rocosas con amplios bosques de tejos y genista en sus laderas, abarcando una superficie de casi 6.000 hectáreas.
En esta amplísima extensión sin un solo asentamiento humano el visitante construye su viaje donde le lleven sus pasos, entre corzos, ciervos, cabras y rebecos, a través de las seis rutas de dificultad variable que recorren el parque. Eso sí, antes de decidir qué visitar, planifica tu viaje con antelación, puesto que el acceso al parque requiere de permiso previo y tan solo pueden acceder un máximo de 30 personas diarias. Estas restricciones son comunes en muchos de los parques naturales de Galicia y se establecen con el fin de preservar la naturaleza minimizando el impacto turístico.
En los valles del río Sil, en un enclave lleno de secretos, encontramos el Parque Natural Serra da Enciña da Lastra. Al ver la Serra da Lastra, con sus bosques de encinas, carballo, tomillo y romero, entenderemos los numerosos misterios y leyendas que pueblan sus abundantes grutas, escarbadas durante milenios en la roca caliza de sus montañas.
El nombre del parque hace referencia a la centenaria encina que, según se dice, servía de guía a los viajeros en los tiempos en los que mapas y planos eran menos accesibles que hoy en día.
El parque natural de Baixa Limia-Serra do Xurés es el parque natural más extenso de Ourense, con más de veinte mil hectáreas. Declarado reserva de la biosfera por la UNESCO, el parque combina bosque caducifolio con muchos elementos mediterráneos y monte escarpado en el que descansan circos glaciares.
Se trata de un parque transfronterizo, que comparte su extensión con el Parque Nacional de Peneda-Gerês, perteneciente a Portugal. En Serra do Xurés seremos testigos de legado de las legiones romanas a su paso por la zona hace casi dos mil años, pudiendo encontrar monumentos megalíticos y rastros de las explotaciones mineras de oro, así como otros testimonios de actividad humana más modernos: alvarizas, chivanas, molinos y hórreos.
Parques naturales de Galicia: la excepción de Lugo
Ourense, Pontevedra, Santiago, A Coruña… Prácticamente todas las comarcas cuentan con parques naturales en Galicia. Sin embargo, la provincia de Lugo es una excepción. Aunque, si bien ninguno de sus territorios ha alcanzado el reconocimiento de parque natural, son numerosos los LICs, las Zonas de Especial Protección de los Valores Naturais (ZEPVN) – reconocimiento exclusivo para la protección de los espacios naturales de Galicia – y las reservas de la biosfera que alberga.
Como ejemplo de estos lugares protegidos contamos, por ejemplo, con el monumento natural Praia das Catedrais, la Ribeira Sacra y Canón do Sil, los caminos fluviales de Lugo – Terra Chá o Ancares – Courel como paradigma de hábitat montañoso lucense.
La Playa de las Catedrales, en los términos de Ribadeo, es uno de los principales monumentos naturales españoles. Durante la bajamar se pueden apreciar los característicos arcos y cuevas horadadas por los vientos del Mar Cantábrico. La calidad de sus aguas y su arena le han valido que el distintivo de playa con bandera azul.
En la Ribeira Sacra y Canón do Sil viviremos una experiencia única entre los cañones del Sil y el Miño, pudiendo recorrerlos desde lo alto de la roca o bien a nivel del agua en catamarán, quedando rodeados por amplias paredes de piedra en las cuales reposan las viñas de las que se obtienen los famosos vinos con Denominación de Origen Ribeira Sacra. Se trata de un Lugar de Importancia comunitaria de casi 6.000 hectáreas, con grandes desniveles y un encanto único en el mundo.
Os Ancares lucenses e Montes de Navia, las tierras que bordean el Río Eo o las denominadas Terras do Miño son algunas de las reservas de la biosfera que podemos ver en la provincia de Lugo. En ellas, todo gira alrededor de los ríos que llenan la zona de vida y naturaleza en estado puro.
Además, a lo largo de toda la Mariña lucense podemos deleitarnos en algunos de los mejores balnearios y manantiales de Galicia, o también visitar la capital y contemplar los monumentos más sobresalientes del lugar, como la muralla romana de Lugo, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y cuya puerta de San Pedro forma parte de Camino Primitivo Histórico de Santiago. La muralla fue construida entre los siglos III y IV d.C. y actualmente conserva una longitud de más de 2.200 metros.
Geodestinos, la importancia del turismo en Galicia
Desde hace algunos años a esta parte, los parques naturales de Galicia se sitúan dentro de los denominados geodestinos de la Xunta de Galicia.
El mapa de Galicia, gracias a esta nueva forma de reordenación turística, se divide en 14 territorios a fecha de 2019. Montes, ciudades, costas y playas… los geodestinos y los espacios naturales que integran quedan delimitados en función de su historia, tipo paisajístico y oferta turística y cultural.
Esta forma de organizar los distintos enclaves gallegos hace que aumente su valor como destino. Ya se trate del turista que de antemano sabe qué quiere visitar y planifica su viaje o del buscador de aventuras nuevas y lugares sorprendentes, los geodestinos ayudan al tener claro el rumbo y el tipo de experiencia que se quiera vivir en el viaje: dónde comer, dónde alojarse, comprender la importancia de los parques y su por qué y qué visitar en las zonas colindantes a éstos.
Además, las distintas instituciones ponen a disposición de todo el mundo multitud de medios y sitios web turísticos donde informarse. Información práctica acerca de Galicia, cómo llegar (con mapas y consejos) a los diferentes rincones de nuestra tierra, qué hacer y conocer, las fiestas y gastronomía típicas de cada localidad e infinidad de ideas para disfrutar de tu parque natural favorito o tu geodestino preferido en Galicia y que no te pierdas nada.
Parques naturales en Galicia, un mundo de contrastes
Los parques naturales de Galicia forman en su conjunto el ejemplo perfecto de la gran diversidad y los marcados contrastes que caracterizan el extremo noroeste de nuestra península. Un lugar donde conviven en armonía entornos a priori muy dispares. Desde arenales paradisíacos sin apenas contacto humano hasta extensos bosques donde el sol apenas toca el suelo. Desde la tranquilidad de las pequeñas aldeas del interior a las grandes playas turísticas de Ferrol o Sanxenxo.
Todos los paisajes que quieras buscar están en este sitio. Aquí toda la belleza tiene cabida. ¡Solo faltas tú!
