En las Islas Cíes no circulan vehículos y el número de visitas diarias limitadas garantiza cierta dosis de tranquilidad. Las dos islas principales están unidas por la playa de Rodas y un pequeño puente escollera y todos los caminos parten del embarcadero.
Los cuatro itinerarios principales están señalizados y conducen hasta tres faros. Estos senderos, que presentan continuos desniveles, permiten recorrer las islas sin penetrar en la zona de reserva (los acantilados y las furnas que van desde punta do Cabalo, al norte, a punta do Canabal, al sur) para gozar de toda la naturaleza, los paisajes y la inmensidad del Océano Atlántico.